El gran cambio en marcha

«Confrontar a una persona con su propia sombra es mostrarle su propia luz.» Carl Gustav Jung

Y esto es lo que ha hecho 2020: empujarnos a buscar nuestra identidad, que podamos recordar quiénes somos para recuperar nuestro poder personal, que cada vez más personas puedan cumplir su propósito individual. Si no tomamos consciencia de la dialéctica de los opuestos nos estancamos.

Cuando niegas tu sombra, estás negando tu luz. El propósito del ser humano es la liberación de su alma, lo cual requiere una integración consciente de los diferentes aspectos del ser, es decir: reconocer, aceptar e integrar las dos polaridades, lo cual produce un sentimiento de unidad y plenitud. Jung lo llamó “individuación”: proceso de desarrollo de cada sujeto hacia el sí mismo, hacia lo que potencialmente es. Paradójicamente, cuanto más avanzamos en nuestro proceso de individuación, más nos sentimos parte del todo.

Esa sería la esencia de la nueva Era: la búsqueda de tu identidad individual (yo genuino), porque honrando lo que cada uno es, es como se transforma el todo. Y todo está cambiando porque el mundo está despertando. Hablamos de conectar el proceso de individuación individual con el proceso de Individuación colectiva (porque lo uno sin lo otro no tiene sentido). El desarrollo alquímico de la individualidad es a la vez un desarrollo de la sociedad.

En la nueva Era de Acuario (Era del potencial o del conocimiento) la humanidad se percibe como un todo. Se valoran los grupos, las comunidades, la colaboración, la solidaridad, el bienestar común, la cooperación, el talento colectivo, la creatividad como canal para conectar con la esencia. El gran desafío es no olvidar que dentro de ese grupo existen individuos que deben brillar con luz propia para no ser tragados por el sistema, como ha sucedido hasta ahora. La polaridad de Acuario es Leo, como tal, el gran reto es vivir su individualismo dentro del sentido de unión y fraternidad para integrar la polaridad leonina en acuario.

La ruptura del obsoleto sistema industrial (viejo paradigma) lo que ha promovido es todo lo contrario: la pérdida de identidad, la alineación del individuo, la ignorancia, la inconsciencia, el odio, el miedo, el control del poder, la violencia, las crisis planificadas, el adoctrinamiento en colegios y universidades, la intoxicación alimentaria, las distracciones banales, el ocio narcotizante, la desinformación, la crispación social, la injusticia, el egoísmo, la competitividad, la negación de nuestro propio SER, etc. un sistema económico lleno de trampas, una macabra y manipulada visión del mundo, una sumisión consentida de la esclavitud laboral.

Hay que vibrar alto. Es hora de disolver las limitaciones de la mente y el ego para alcanzar un nuevo estado de consciencia. Vivimos un despliegue energético, un renacer colectivo, el despertar ya es inevitable. Ya lo estamos sintiendo. Nos adentramos en una nueva etapa de introspección, descubrimiento, exploración, maduración y exaltación de nuevos valores como la libertad, el amor y la esperanza. Cada vez más personas están sumando esfuerzos para un bien común, personas que se sienten realizadas al cumplir (por fin) con su propósito vital.

Para que todo esto se cumpla debemos asumir la responsabilidad individual para ejercer un cambio en nuestra vida que influya en los que nos rodean, inspirando a otros para dejar así el terreno preparado para los que se quedarán cuando nosotros dejemos de estar.